lunes, agosto 06, 2012

FREUD, LOS ZANCUDOS Y TU CUERPO


El tintineo de la madrugada atraviesa
El manillar oculto de mis deseos,
Desprendiendo acuosas formas olvidadas
Que impiden el letargo de los párpados.
Zumba el aire con aletazos mortíferos
De la infancia estancada
En los jarrones de la desolación,
Y tras la cortinas un humillo
Hace presencia sin protocolo.
Otra vuelta a la horizontal forma
De una muerte anunciada en los letargos,
Mientras las sábanas exhalan el vaho
De un instante de pulsiones.
En la distancia muere otro segundo
Acuchillado por el tiempo
Y el ojo, centrifuga aliteración, pierde su centro
Para desplomarse hacia el oscuro rincón
En donde palpita un recuerdo.
Casi amanece. Casi muero.
En la mañana restauraré mi cuerpo
Para enfrentarme otra noche
A Freud, los zancudos y tu cuerpo.