viernes, abril 24, 2015

LUNÁTICA







Se regodeó en sus curvas

Antes de que la noche estacionara el reloj

En el centro de las horas.

Él estaba allí, como un planeta extraviado

En la inmensidad voraz del universo,

Gastando palpitaciones en destellos,

Acercándose sin saberse botín a la distancia.



Ella parpadeó en medio de las nubes

Y dispuso sus sábanas para un festín.

De lejos apenas observábamos.



Una y otra vez ella irradiaba

Y esos destellos eran la envidia del infinito

Y sus alrededores.

Él se apagaba consumido en sus deseos.



La noche fue incinerada tras un beso

Él, se apagó.

Ella deambula, luna por el cosmos,

Buscando a otros cuerpos para alimentar su fuego.