jueves, enero 31, 2008

ABC-DIARIO DEL DESEO


C

Es innegable que un día
se desató el diluvio universal
sobre la tierra apestada de errabundos.
-De cada especie una pareja-
Le dio la orden Dios a su profeta-
y él cumplió a cabalidad aquel mandato.
Fue por eso que cuando nos disponíamos
a abordar la barca fuimos devueltos,
adentro estaban dos representantes
de nuestro género taxonómico.

Buscamos refugio en las partes altas,
pero llovía y el agua ascendió hasta
los elevados picos de la cordillera.
A lo lejos veíamos las luces del Arca de Noé
mientras empapados por el castigo
nos abrazábamos a los cuerpos casi congelados.

No podemos negar aquel diluvio
porque han excavado y nos encontraron:
Tu boca en mi boca,
tus brazos enlazados a los míos,
muertos por agua
y aún muy bien conservados
nuestros fósiles, amándose.

lunes, enero 28, 2008

ABC-DIARIO DEL DESEO


B

Soy un monomio que duda
de las simpatías algebraicas
porque ayer éramos dos términos
unidos por el mismo signo,
presintiendo la diferencia radical del olvido.

Si al espacio que habito
le resto tu presencia,
obtengo un coeficiente vacío
que es equivalente
a la suma de tus ausencias.

miércoles, enero 23, 2008

ABC-DIARIO DEL DESEO


Dedicado a:
Doris Cifuentes Rojas

Posibilidad certera y congruente
del árbol del deseo

El deseo es la esencia del hombre
Lacán.
A

En 1492 un marinero osado
de origen incierto
atravesó los mares,
guiado por el susurro de las aguas
y descubrió la redondez
desconcertante de la tierra.
511 años después
llego a tus costas,
casi naufrago,
contagiado de la aventura
y de la selva cálida,
para descubrir y entender
que la perfecta curvatura
del silencio,
converge con la sombra
en tu cintura.

lunes, enero 21, 2008

CONVERSACIÓN CON EL EDITOR


..............(Fragmento de un diálogo que fue más corto)..............

- Mire señor editor, esa novela que usted acaba de leer no es tan impersonal como usted lo dice. Lo que pasa es que uno termina disfrazando lo que quiere decir, y sí, lo reconozco, es un problema de estilo pero entienda que desde siempre me han dicho que la subjetividad mata la obra literaria. Desde la época del colegio mi profesora de literatura me decía que evitara usar el Yo. Lo solía llamar «lugar común». Luego en algunos talleres literarios, a los que asistí por despistado, me reafirmaron lo mismo. Recuerdo el caso a un poeta cantinflesco diciéndome: “un poema infestado de yoyísmo es más que cursi”. Por eso terminé rotando los pronombres. Pero para ser sincero nunca he escrito nada que no me involucre, es que así considero el oficio de escritor. No soy más que un tamiz de las cosas que veo, palpo o sospecho; y nada más.

- ¿Que piense en los lectores? Pero es que yo soy el primero de ellos, sino el único. Esta bien que se le exija a un escritor reconocido que hable en tercera persona, que esconda sus monólogos interiores en la mente de sus protagonistas, para que al final, cuando el mercado dictamine el momento justo, pump...las memorias; eso es así y no me arrugue la cara. A mi me importa entablar un diálogo conmigo mismo, lo demás es patraña del oficio; con el respeto suyo por supuesto...

- ¿Que le hable de mí? Pues lea mi obra en su totalidad. Ojee los poemas de mi adolescencia y encontrará mi apetencia por Rimbaud, Verlaine, Baudelaire, Vallejo, lo de todos. Escoja algunos cuentos y encontrará algo de Borges, Carpentier, Poe, Gabo, lo de siempre. Meta su cabeza entre mis cartas y podrá ver la agonía de cualquier escritor suicida. Ahonde en mis novelas y descubrirá sin esfuerzo que son mi biografía mal contada. Cuando uno nace en un país como éste el insumo literario es abono y antes toca esquivarlo. ¿Pero no es menester del arte proponer salidas? Ahí está el dilema...

- Si claro, ese argumento que usted lee es el argumento inacabado de mi vida. La propuesta estética que siempre soñé no la puedo subvertir en un poema, o en un cuento, en nada. El día que quiera guardar silencio, bienvenido. Pero lo dudo, por aquello del tamiz.

- No hombre... no pienso cambiar nada en esa “novelita”, dígale eso a otros, para eso este país está llenó de escritores. Aquí entre nos, creo que ahí más escritores que políticos, lo que pasa es que los cafres se hacen notar más.

- Bueno, muchas gracias de todas maneras. Al fin y al cabo no esperaba mucho de usted y las publicaciones que dirige. Guardaré esta novela junta a las otras y me dedicaré a terminar un guión para teatro que ahora pienso titular: «Yo se lo dije».

jueves, enero 17, 2008

DE PRISA....



Cada día trae su afán, reza un antiguo aforisma bíblico, casi presintiendo la atrocidad que la postmodernidad traería a los seres humanos. Y los afanes de los días son miserables, como el paso del tiempo en una celda. Sin saber estamos presos de la cotidianidad. Las oficinas. Los despertadores. Los oficios inútiles. Las ausencias. Los demacrados rostros frente a los espejos de las lentas madrugadas. El trabajo, ese nuevo dios que suplanta las ideas bajo el manto de la productividad. Ser o no ser, maldito enigma. Ser tú, o ser lo que los otros esperan que seas. La ignorancia diplomada en los campos del saber. Todo se conjuga frente a tus días y sin saber terminas siendo un simple reflejo de aquello que siempre quisiste ser. Despiertas para actuar en nombre de un orden que no te ha consultado, pero si te ha sido impuesto. Ahora tienes en tu mesa de noche el secreto para el éxito: trabajo. Y mientras corres por el mundo atestado de seres poliformes que se endiosan con sus tarjetas de crédito, siente miedo, miedo de no ser como ellos, esos que viajan a los lugares más exóticos en busca de felicidad, esos que compran y venden en el eterno trueque humano, olvidando lo esencial. Si por algún error en el sistema aún puede pensar en esto, ten cuidado, puedes ser catalogado como extraño ser bípedo que deambula por las calles. No hables. No preguntes. No te distraigas con elucubraciones que le roban tiempo a tu productividad. La vida es corta y el mundo es demasiado grande, pronto tendrás más dinero en cuenta bancaria. Estás maniatado a tu futuro, ese tiempo infame que no sabemos si vendrá, pero por el cual se lucha dejando de lado el presente. Y a todas estas, se nos olvido vivir.