In
memoria
de María del Pilar Gamboa muerta en un accidente de tránsito el mismo día que
escribí este poema.
La
calle, la multitud
El
estupor, la sorpresa
Nada
se puede hilar en el momento
La
calle, la multitud
Su
cadáver expuesto al sol
Nadie
ha vencido el tiempo
La
calle, la multitud
El
aletazo certero de la ausencia
Ningún
rostro yuxtapone las angustias
La
calle, la multitud
La
sangre derramada se reseca
Se
pierde el sentido de la lucha
La
calle, la multitud
El
instrumento de la muerte
Marcando
el final de su sendero
La
calle, la multitud
Y yo tan solo contemplando tu cadáver
Como
una hoja trasgredida por el viento
La
calle seguirá en su deterioro
La
multitud ya no estará mañana
Solo
tu ausencia se anida
Como
una burbuja en mi garganta
Septiembre 26/2007