Nicolás Suescún, en el prologo a “Una temporada en el infierno”, nos recuerda que Rimbuad se extasiaba contemplando el arte vulgar, las fachadas de las casas antiguas y la pintura considerada no artística, veía en estos elementos una preconcepción del arte. El arte siempre se ha alimentado de lo trivial y muchas veces surge el lugar común que el verdadero artista es quien puede “ver en las cosas normales, lo que un hombre del común no sospecha”, y en el mundo postmoderno y global se ha intentando darle valor a todo tipo de expresiones cotidianas alcanzando en algunos casos excelentes simbolismos del arte y otras veces simples payasadas.
Entre lo trascendental y lo trivial siempre ha existido un combate silencioso, batalla en la cual ninguno puede declararse ganador. ¿Cuántas historias consideradas de enorme profundidad han partido de hechos superfluos o cotidianos? Valdría la pena un inventario por simple goce de coleccionista, pero mi intención es hacer evidente cómo los blogs han permitido construir todo un entramado comunicativo, en muchas ocasiones con propuestas estéticas bien fundamentadas, pero también ha permitido que mucha basura virtual atiborre los espacios. No intento satanizar a nadie, aunque me inclino por los blogs que dejan traslucir ciertas pinceladas de arte. No hay que tomar la trascendencia muy en serio, pero tampoco hay que desecharla, pues de ella surgen preguntas válidas para afrontar los nuevos enigmas del ser humano, ese ser solitario que transita sobre el asfalto del presente. Un texto de Rosa Montero, traído de “La Hija del Caníbal” pone en evidencia que muchas veces lo trivial, cuando es observado con detenimiento, puede alterar profundamente nuestra existencia. Lean pues:
“La mayor revelación que he tenido en mi vida comenzó con la contemplación de la puerta batiente de unos urinarios. He observado que la realidad tiende a manifestarse así, insensata, inconcebible y paradójica, de manera que a menudo de lo grosero nace lo sublime; del horror, la belleza, y de lo trascendental, la idiotez más completa”
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12 comentarios:
Me uno a las últimas palabras citadas. En lo pequeño tambien esta lo grande, pero muchas veces nos dejamos extaciar por los grandes detalles y olvidamos la escencia que los ha generado. Siempre existirá la semilla...
Y gracias por recordarme a Nicolas Suescún, con su libro "los Cuadernos de N" jugue hasta la saciedad.
Un abrazo
Qué bien angélica, tu comentario viene 100% al caso y no recordaba aquel libro de Suescún que nada tiene de trivial
"La realidad tiende a manifestarse así, insensata, inconcebible y paradójica, de manera que a menudo de lo grosero nace lo sublime; del horror, la belleza, y de lo trascendental, la idiotez más completa”
Increible! A abrir mas los ojos que la vida está llena de pequeñas grandes cosas que no sabemos mirar ni valorar.
Coincido con vos!
Besos con aires porteños :)
la única trascendentalidad que observo es la trivial vida de la jaula de hierro.
Siempre dudo de lo que es importante y que no.
Son aquellas pequeñas cosas decia el Nano, esas que no se pueden comprar.
Adoro a Rimbaud.
Cariños
oh!
el arte que inspira... que más dá que sea una grotesca imágen que se acompañe de letras certeras... de inspiración..que más da una imágen sublime que despierte los instintos y nos haga sentir la vulgaridad que se confunde con lo erótico...
interesane tu sitio, muy agradable... y una placer estar aquí...
besos:)
cARLItos:
Tenes un problema en la edicion. Se ve n las letras superpuestas.
Besitos !
Oceanidad: Te recomiendo esa temporada de Rimbaud y gracias por visitarme
Badanita, bienvenidos esos besos con aires porteños, eso ratifica que la vida esta llena de pequeños detalles que engrandecen la existencia..saludos mil
Troya: ¿Vivir en la jaula de hiero es trascendental o trivial ?Quisiera saber algo de esa respuesta...
Malena:De acuerdo, esa pequeñas cosas (ahora recuerdo a Serrat)no se pueden comprar, pero se pueden vivir
cielo azul...el arte es lo importante, no importa su el origen de su trascendencia,,,bien, bien,
Gracias por tu visita
Badanita...revisaré con calma..
es para esas pequeñas cosas que existe la vida... para todo lo demas existe master card.
Don Cigarro...ya podrá usted darse esos lujos, a mí no me alcanza ni para sostenar la tarjeta débito-
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