Pero al primer vestigio de sol regrésalo a su fosa
La eternidad requiere refrigerio.
Busca entre mis antiguas cosas:
Detrás del armario guardo desprestigios
Y la deshonra duerme en mi escritorio.
No intentes balances con mi vida. Está en déficit.
Más observa detenidamente la cantidad de papel bajo
la cama y el retrato de unos ojos detectives.
Entre mis libros hallarás esos motivos por los cuales
viví y padecí mis desconsuelos. Pregúntale a mi agenda
cuándo estaba triste, ella sabía descubrirlo. Tù no.
En el rincón más olvidado de mi billetera hallarás un número
extraviado, discado directo al misterio. También está allí una nota
que guardé como lo mejor de tu recuerdo.
Te pido un favor: olvídame pronto, porque es muy frío el recuerdo
de los poblados cementerios...