Jean de la Fontaine escribió alguna vez que “A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo”. La frase la recordé hoy cuando recibí las noticias de la muerte de un viejo conocido que casi llegó a ser amigo. Sus últimos años fueron de una lucha desmedida contra las vicisitudes de la vida. Su hija cayó en la trampa ilusoria del dinero y fue detenida por “mula” en el Ecuador. Él tuvo que vender sus bienes y dar hasta su último suspiro para poder liberarla. Ella había sido engañada, como muchos otros colombianos, por los traficantes de la dignidad. Después de algunos años ella salió libre y se casó con su defensor. Creo que ahora vive en el Ecuador. Después de la quiebra financiera él se fue de inmigrante para Inglaterra en donde, como muchos Latinoamericanos, forjó un capital haciendo los oficios que ningún europeo se atreve a realizar. Cuando regresó pudo de nuevo alcanzar un nivel de vida medio, algo admirable en este país de miserias. Se veía optimista. Ayer murió víctima de un cáncer.
Su hija debe estar inmensamente agradecida con este hombre, con su padre, quien gastó sus últimos años por liberarla de la atrocidad. Ella en medio de la penuria encontró la felicidad. Tal vez Fontaine tenga razón, el destino puede estar acechando en los caminos más inesperados.
Su hija debe estar inmensamente agradecida con este hombre, con su padre, quien gastó sus últimos años por liberarla de la atrocidad. Ella en medio de la penuria encontró la felicidad. Tal vez Fontaine tenga razón, el destino puede estar acechando en los caminos más inesperados.
6 comentarios:
El destino acecha. La vida también. Huyamos.
Que historia!... siempre he pensado que la realidad supera a la ficción. Yo vi una película colombiana que se llama "Maria llena eres de gracia"... me sorprendió lo que ocurre con las chicas, como son engañadas y como arriesgan su libertad pero sobre todo su salud por salir desesperadamente de la situación económica que las aqueja.
Triste, muy triste el desenlace de la historia :(
siempre es penoso enterarse cuando alguien que uno conoce muere, mas si lo ha pasado no muy bien, extraño son las sendas de nuestro propio destino, hace poco tiempo después de saber los resultados de unos exámenes, tenia un nódulo en una mama, pensé que me moría, de echo no veía solución, y me recriminaba que me cuidaba de otras cosas de los excesos, del tabaco, del alcohol, en fin un montón de cosas y me iba a morir por algo inesperado.
Felizmente , otros exámenes arrojaron que era benigno, que esta vascularizado y esta encapsulado, lo que significa que no crecera y no se ramificara, solo esta ahí para que yo me preocupara , en todo caso me hizo replantearme mi vida, ahora solo debo controlarlo.
siempre es grato visitarte
dejo
un abrazo fraterno
y
mis
suaves caricias
hoy recordaba sobre el concurso de sonetos, abrí mi agenda del año pasado y aparecieron varios intentos tratando de hacer uno definitivo, recordé lo ocupada que me tuvo eso y lo entretenida que pase en esos días, hasta cuando iba en la micro mentalmente costruia rimas, en fin deberías hacer otro concurso a tu estilo por supuesto, esa forma particular de crearlo y deliberar me encanto, nunca te lo dije.
ya ahora te dejo
cuidate
besitos.
Vaya que si, el destino se las arregla para encontrarnos siempre...La fontaine debió saberlo tan bien como ahora nosotros lo certificamos...
así la vida..
besos querido amigo..
Siempre hay gente que nos demuestra que el ser humano puede dar mucho mas.
Que puede ser humano.
Mi admiracion hacia ese hombre.
Un abrazo muy fuerte Carlos.
Una de las cosas que no podemos escapar es la muerte, aquella señora que no nos dice la fecha ni el lugar y menos con que ropa vendrá a encontrarse con nosotros.
Admirable tu amigo.
Abrazo fuerte
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