martes, septiembre 18, 2007

EL PRECIO DE LA INFAMIA


¿Qué precio tiene la atrocidad en el mundo moderno? Pues parece que los tribunales gringos ayer nos dieron una pista. La empresa “Chiquita Brands” debe pagar 25 millones de dólares por haber contribuido con apoyo económico a los grupos de autodefensas colombianos, esos mismos grupos que han sembrado el terror con sus sierras eléctricas en cada rincón del país y que se han disputado el negocio de la droga con la guerrilla y con los narco-funcionarios de este país. 25 millones de dólares equivalen a +o- 52 mil millones de pesos moneda local, un castigo ubérrimo para una acción tan atroz. ¿Qué olvidan los tribunales gringos? Que con esos dineros que aportó la empresa susodicha se compraron granadas, fusiles, sierras eléctricas y machetes. Que parte de ese dinero fue cancelado en las cuentas de los militares cómplices, de los jueces y gobernantes. Que parte de ese dinero se lo consumió en whisky un sicario celebrando alguna masacre. Que ese dinero alimentó el desangre y el llanto de madres viudas, de niños huérfanos y de mujeres violadas por el calor sofocante de un pueblo sin memoria y sin justicia.

Tal vez para el mundo y su macroeconomía miserable esta multa represente un castigo, pero para este pueblo es una humillante muestra de la soberbia de la globalización, no se pueden cambiar cheques por vidas, y además son premiados los señores de la empresa con el anonimato, toda una apología al delito. ¿Pero qué más se puede esperar de la institución judicial de un pueblo que apoya la muerte de millones de seres en el medio Oriente sólo para tener petróleo y gasolina para sus comodidades?

El mundo debe reclamar justicia y este caso amerita que el gobierno colombiano y sobre todo el pueblo declaren “inhumana” esta empresa y que el comercio internacional se abstenga de negociar con estos mercaderes de la muerte. Eso sueño, eso deseo, porque la atrocidad debe tener un castigo superior.

9 comentarios:

estados dijo...

Que ganas tengo de poder decir que creo en un castigo, que los asesinos pagarán lo que han hecho y no con millones de papeles, que ganas de que hubiese justicia querido amigo...

Esa multa no es un castigo, es una estupidez...

Y veo que el mundo reclama a través de tus palabras.

BETTINA PERRONI dijo...

Que impotencia...si lo que pretender es "dar un ejemplo de justicia", me parece que es el camino equivocado porque para comenzar, justicia es lo que menos se ha hecho.

:S

Anónimo dijo...

La justicia existe profe, solo que no tiene nada que ver con esa que se dirime en los tribunales ordinarios.
Échele una mirada a la historia buscando lo que han hecho las masas, tanto con los personajes nefastos como con cada uno de aquellos que han intentado echarles una mano.
Si dicha empresa tiene 25 millones de dólares, aunque sea poco al lado del daño, ¿Quienes le han otrogado el poder que da el dinero?, ¿Los jueces?.

"El TPP escuchó durante dos días testimonios de víctimas y familiares de víctimas de violaciones de derechos humanos, como los asesinatos de 10 trabajadores sindicalistas de la corporación de alimentos Nestlé y de nueve de la fabricante de refrescos Coca-Cola."

¿En cuántos hogares cree que no encontraremos un solo producto de estas empresas?
Con lo fácil que sería fundirlas en menos de 24 hs sin mover un solo papel desde los estrados, he ahí la mayor impotencia ¿Verdad?

Le mando unos besos tremendos.

Isabel Barceló Chico dijo...

Es demasiado fácil comprar con dinero. Lo difícil, lo casi imposible hoy, es conseguir un comportamiento moral digno por parte de algunos gobiernos que manejan todo el mundo. Te acompaño en tu indignación, querido amigo.

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Invisble amiga, creo que adjetivo estupidez aún es muy liviano...

Bettina, la justicia es apenas una utopía en estos tiempo...

Paula, si no fuera por tus besos tremendos no podría soportar la realdiad que planteas...

Isabel Romana, tu acompañamiento contribuye a engradecer mi denuncia...

besos a ustedes cuatro

Rolando Escaró dijo...

solo puedo decirte que quienes idearon esa multa (y lo que se pretende con ella) merecen un castigo

cieloazzul dijo...

Que terrible realidad, que manera más siniestra de romper con el respeto elemental a la vida...
que descarada manera de empobrecer al mundo...
me sumo al repudio !
besos Carlos

Vania B. dijo...

La justicia humana nunca se va a igualar a la divina. Lo malo es que la divina a veces tarda...mucho.

Te abrazo hasta Colombia.

@Igna-Nachodenoche dijo...

Carlos algo he leído de lo ocurrido, mis pensamientos están contigo, y lo mejor para los que te rodean.

Un fuerte abrazo.