J
Un día estuve derrotado
en los sangrientos campos de Waterloo,
pero tenía mis manos.
Perdí mis manos defendiendo
a los codiciosos Zares en Siberia,
pero tenía mis pies.
Perdí mis pies en Auswichtz
sin entender el grito de los arios,
pero tenía mis oídos.
Una bomba impredecible
ensordeció mi alma en Hiroshima,
pero tenía mis ojos.
En plena Guerra Fría
el uranio arruinó mi vista,
pero tenía mi boca.
Y después de tanta sin razón,
y después de tus ausencias,
he decidido enmudecer eternamente.
Un día estuve derrotado
en los sangrientos campos de Waterloo,
pero tenía mis manos.
Perdí mis manos defendiendo
a los codiciosos Zares en Siberia,
pero tenía mis pies.
Perdí mis pies en Auswichtz
sin entender el grito de los arios,
pero tenía mis oídos.
Una bomba impredecible
ensordeció mi alma en Hiroshima,
pero tenía mis ojos.
En plena Guerra Fría
el uranio arruinó mi vista,
pero tenía mi boca.
Y después de tanta sin razón,
y después de tus ausencias,
he decidido enmudecer eternamente.
10 comentarios:
uno supondría que es lo único que se puede hacer ante tanto horror...pero la humanidad del corazón debe sobreponerse a la miseria que nos rodea
Si sobreviviste a todo eso, espero que no enmudezcas, que hables, que grites...
La sinrazon y la ausencia te oiran.
Un beso.
y enmudecido la noche gris de Colombia... me quito la ilusión
Sobrevivir.
Darlo todo.
Al fin y al cabo la procesiòn va por dentro, Carlitos, y allì confluyen y guerrean los sentimientos.
Mi abrazo y mi beso
Pd: hermosas imàgenes;-)
Carlos, yo creo que todo es soportable menos la pena espiritual o moral que llaman. El alma debe estar alimentada en el día a día, es la fuerza motriz.
Te abrazo y me quedo encantada de tus inspiraciones que llegan al alma.
???
Una precisa y clara demostración de los horrores de la guerra. Abrazos.
Parece que ni una bomba, ni una guerra ni otra fuerza en el mundo pueda detenerte por voluntad propia que no sea su amor.
Charly :) good weekend for you! ;)
MUAKS!
Tengo que volver a leer lo que termino de leer. No porque resulte difícil sino por lo sabroso.
Ésta, sumamente dolorosa. Hasta en las tripas.
Un abrazo.
Uff...
No, por dios, si callamos nos derrotan, que nos queden los gritos.
Publicar un comentario